Hoy me hubiera gustado despertarme a tu lado.
Verte desnudo.
Acurrucarme a tu vera durante unos instantes.
Besarte los buenos días.
Oír el agua que cae cuando te duchas,
mientras yo preparo el desayuno.
Nuevamente, volver a besarte,
Y de nuevo desearte buenos días según te despides.
Mejor regalo que tú, no puedo imaginar.
432. LA REVOLUCIÓN DE LOS CLAVELES.
Hace 1 semana
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