domingo, 6 de mayo de 2012

NADA MEMORABLE


No sé qué pensaste cuando te dije que me
                               [marchaba].
Voluntad no te faltó para retenerme, de manera
                                      [sutil].
Me dejé hacer, después de todo fue moderadamente
                                   [placentero].
Que lo necesitaba, estaba claro.
Pero solo me quedé lo estrictamente necesario.

Al final, un beso de despedida,
unas amables palabras: salí acelerado.
oí las tuyas ya desde el portal.

Según bajo por Fuencarral y miro a los chicos,
                     [tu memoria se difumina].
Mantendré el número de teléfono. 
Con una nota, que me recuerde el encuentro.
Con una sentencia, que decide que no volveré a
                                  [repetirlo].

Uno más. No me arrepiento.

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