Sé que no debería...
... evitarlo no puedo. No quiero.
Tu imagen regresa,
una vez, de nuevo. Incansable.
Tanto, acaso, como mi inquietud; como mi deseo.
Todos los juegos:
Palabras, miradas. Sonrisas, tactos.
Incluso ese inesperado rubor.
O los besos, finalmente, en la oscuridad.
Horas después regresan.
Y no sé que haré mañana.
¿Te llamaré, lo harás tú?
432. LA REVOLUCIÓN DE LOS CLAVELES.
Hace 1 semana
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