lunes, 5 de abril de 2010

... QUE OCULTASE

Que esa persiana ocultase nuestro sexo,
nuestro amor, Amor,
quisiera.

Que mis vecinos, celosos,
ni un atisbo tuvieran:
de nuestras danzas,
de nuestros cuerpos, de nuestras sombras.

No. Ni susurros, siquiera risas.
Para mí todo te quiero.

Y sin embargo,
en esta oscuridad me encierro
(quizás para recordar, para sentir).
Y tú te vas.
Contando los días estoy.
En esa oscuridad, Amor, te espero.

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