sábado, 24 de abril de 2010

CREPÚSCULO

Me dejé arrastrar.
Por sus caricias, por sus besos.
Eso debe ser.
O la fuerza de sus escasos años.
Renovadas mis ilusiones,
espejo de las imposibles suyas.

¿O su mente ágil?
¿O su esbelto cuerpo?

Debe ser el crepúsculo,
la soledad.

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