viernes, 10 de agosto de 2007

Adriano

Sin duda, un personaje fascinante. Novelado de manera excepcional en el libre de Marguerite Yourcenar. La historia de amor con Antinoo me ha hecho soñar, me ha conmovido. He incluso querido ser el jovencito favorito del emperador.

Ahora encuentran una estatua gigantesca de Adriano en Turquía. En unos baños, donde tanta sensualidad debió tener lugar. Muy apropiado.

Los baños ... romanos, árabes o turcos. Vapor y los sueños hechos de él. Jirones que desvelan misterios. O los sugieren. Miradas indiscretas, atenuadas por el calor, la languidez provocada por los súbitos cambios de temperatura. Hombres medio desnudos, en medio de otros hombres. Sombras buscando un destino, aunque dure éste cinco minutos...

Tal vez deberían dejar la gran estatua de Adriano en ese lugar. Tal vez, después de todo, sea el lugar más adecuado. Junto a otra de Antinoo.

No hay comentarios:

Seguidores