RETAZOS

No sé por qué aún me sorprendo,
cuando encuentro retazos de pasiones perdidas.

Los preservativos olvidados en cualquier rincón,
usados o no.
Trozos de bolsitas de lubricante, tapones; artilugios varios.
Notas escritas a prisa, dejadas por amantes momentáneos.
Emails reencontrados de verdaderos amores.
O imágenes que preservan felicidad instantánea, apenas recordada.
Un número al cambiar de móvil.
Y la puta agenda electrónica, empeñada en recordarme cumpleaños;
gente a la que hubiera debido olvidar eones ha.

Y la nostalgia y la duda regresan ...

FASCINANTE CONDUCTA

Me fascina.
Hoy ni sombra soy: invisible.
Innumerables veces pasas junto a mí.
no vacilas siquiera, no hay dudas.

Ayer, tan distinto:
descarada insinuación en la sauna,
de miradas e interrupciones resguardados;
sin control, al seguirme a las duchas.
Yo me dejaba desear,
observaba divertido tu lascivia.
casi exponía mi cuerpo desnudo,
su inconfundible perfil.

Y me pregunto, curioso:
Tu indiferencia tan hetero,
¿no tendrá que ver con esa otra presencia,
acaso tu inadvertida y naïve novia?

EL TABLERO DEL JUEGO DE LA OCA

Culpa, arrepentimiento … No.

Yo, tú. Él, el otro.
Te beso, entrelazados.
Retozamos y nos retorcemos;
girando, usando cualquier eje,
cualquier punto de apoyo.
Te penetro.
Y mientras a los ojos nos miramos,
me dices cualquier cosa:
demasiada experiencia para nada creer.

Y fugazmente pasa la última sombra
sobre mi cama, recién cambiadas las sábanas.
Algo más intenso, el recuerdo del otro.

Pero regreso al juego.
Después de todo, de la oca,
saltamos por el tablero.

OLOR SUTIL

Debe estar pegado a mi piel.

Débilmente, huelo tu olor en ella.
El perfume, un cierto aroma a tabaco,
y tal vez algo más sutil.

Quizás la humedad del sexo, el sudor reciente: la pasión.

JUNTO A TU NOMBRE

Estrellas, junto a tu nombre.
Lo que quiero escribir en mi diario.
Hoy, mañana...
Cuantas veces tú quieras.

ME PREGUNTO

Me pregunto …

… si después de mi cuerpo desnudo observar:
en las duchas, o al cruzarnos en el vestuario;
en la sauna, entre la húmeda y cálida bruma.
Si tras insinuarte y ver mi lánguida mirada,
mi moderado interés…

Te recuerdo yo,
y me pregunto si jugarás solitarios juegos;
si pensando en mí, te masturbarás.